Hemangiomas del lactante

¿Qué es un hemangioma del lactante?

Un hemangioma del lactante es un tipo de marca de nacimiento. Ocurre cuando una maraña de vasos sanguíneos crece dentro o debajo de la piel de un bebé. Se suele detectar en las primeras semanas a meses de vida. La mayoría de los hemangiomas del lactante crecen bastante al principio y luego se van reduciendo lentamente hasta llegar a desparecer. Pero algunos de ellos pueden dejar una marca de por vida o un exceso de piel sobrante. 

¿Cuáles son los tipos  de hemangiomas del lactante?

Los dos principales tipos de hemangiomas del lactante son los siguientes:

• Los hemangiomas superficiales, o cutáneos, que crecen sobre la superficie de la piel. También se conocen como marcas en fresa o hemangiomas en fresa debido a su aspecto rojo y abultado, que recuerda a esa fruta.   
• Los hemangiomas profundos crecen debajo de la piel, haciendo que esta sobresalga, y suelen tener una tonalidad azulada o morada. Los hemangiomas profundos también se llaman hemangiomas subcutáneos ("debajo de la piel"). 

A veces hay hemangiomas que tienen partes de ambos tipos de hemangiomas. 

Los hemangiomas también se pueden desarrollar en órganos que hay dentro del cuerpo, como los riñones, los pulmones, el hígado o el cerebro.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de los hemangiomas del lactante?

Un bebé puede no presentar ningún signo de hemangioma al nacer o puede tener un parche de color azul o rojo en la piel. Los hemangiomas del lactante crecen a lo largo de unos pocos meses. Más adelante, durante el primer año de vida, se empiezan a encoger hasta que permanecen solo muy pocos vasos sanguíneos o ninguno del hemangioma original. La reducción de tamaño prosigue hasta que el niño tiene unos 7 años de edad o más. 

Hay muchos hemangiomas que desaparecen por completo. Pero a veces los hemangiomas dejan tras de sí una zona de piel descolorida o suelta (laxa). 

¿Qué problemas puede haber?

Un hemangioma puede causar problemas al:

• impedir la visión o los movimientos oculares 
• reducir el flujo de aire a través de la nariz o de la boca
• sangrar 
• romper la superficie de la piel (formación de úlceras)
• tener una cantidad de sangre fluyendo por él que hace que el corazón del bebé se esfuerce demasiado
• afectar el aspecto del niño

Los hemangiomas del lactante suelen crecer en la cabeza o el cuello, donde resulta difícil cubrirlos con prendas de vestir. A veces, los niños con hemangiomas son objeto de burlas o del acoso escolar (bullying). 

¿Cuál es la causa de los hemangiomas del lactante?

Los médicos no saben cuál es la causa de los hemangiomas. Pueden estar relacionados con los cambios en las concentraciones de oxígeno del bebé que ocurrieron mientras se estaba desarrollando dentro del vientre materno. 

Los hemangiomas son más frecuentes en los bebés prematuros (que nacen antes de la fecha de parto), de bajo peso natal o que nacen en partos múltiples (gemelos, trillizos, etc.). Los niños pueden tener más de un hemangioma. 

Los hemangiomas se pueden dar por familias, aunque no se ha detectado ninguna causa genética de los mismos. 

¿Cómo se diagnostican los hemangiomas del lactante?

Los médicos suelen poder reconocer un hemangioma del lactante que afecta a la piel solo con observar al bebé. No suele ser necesario aplicar ninguna prueba. Si un médico necesita saber hasta donde llega un hemangioma bajo la piel o si afecta a algún órgano interno, solicitará una resonancia magnética (RM) o una ecografía. 

¿Cómo se tratan los hemangiomas del lactante?

La mayoría de los hemangiomas se dejan sin tratar porque suelen desaparecer por sí solos. 

Los médicos tratan los hemangiomas que son muy grandes, que causan problemas, como sangrado, impedir la visión o afectar negativamente al aspecto de la persona (por ejemplo, el tratamiento puede mejorar y acelerar la curación de un hemangioma en la cara). 

Los siguientes tratamientos se pueden usar de forma aislada o combinada: 

• Tratamientos médicos:
  • medicamentos que se inyectan en el hemangioma
  • medicamentos que se toman por boca o a través de una vena (vía intravenosa, VI)
• cirugía (operar al paciente) para extraer el hemangioma
• cirugía para corregir la piel si está demasiado suelta o laxa después de que desparezca el hemangioma
• tratar de cerrar el vaso sanguíneo mediante un procedimiento quirúrgico llamado ligadura. 
• embolización: obstruir los vasos sanguíneos desde dentro usando un tubo largo y fino llamado catéter que llega hasta el hemangioma a través de vasos sanguíneos
• láser superficial para tratar los cambios en el color de la piel

No se tienen que tratar todos los hemangiomas. Hable con el médico de su hijo sobre el mejor plan a seguir en el caso de su hijo. 

¿Cómo pueden ayudar los padres?

Los niños y los adultos pueden sentir curiosidad sobre el hemangioma de su hijo, sobre todo si lo tiene en la cara. Ayude a su hijo a mantener la calma y a tener preparada una respuesta sencilla, tipo: "Solo es una marca de nacimiento. Nací con ella.” 

Hable abiertamente con su hijo sobre su hemangioma. Dígale que, con el paso del tiempo, lo más probable es que desaparezca. Colabore con sus profesores y demás personal escolar para asegurarse de que cuenta con un entorno de aprendizaje libre de acoso escolar (bullying). 

También puede encontrar más información en línea en: 

• The Vascular Birthmarks Foundation (Fundación sobre Marcas de Nacimiento Vasculares)