[Skip to Content]

El síndrome metabólico

Revisor médico: Steven Dowshen, MD

¿Qué es el síndrome metabólico?

El síndrome metabólico es un conjunto de problemas que los expertos en salud denominan "factores de riesgo". Los médicos consideran que una persona tiene síndrome metabólico cuando tiene tres o más de los siguientes factores de riesgo:

  • excesiva grasa abdominal (cuerpo con "forma de manzana")
  • presión arterial elevada
  • niveles anormales de grasa en la sangre, incluidos el colesterol y los triglicéridos
  • azúcar en sangre elevada

La hipertensión arterial y el colesterol tal vez parezcan problemas de los que solo las personas mayores se quejan. Pero esto ya no es así. Las probabilidades de desarrollar estos problemas son mayores en las personas con sobrepeso y muchos niños y adolescentes están incluidos en esta categoría. Aproximadamente 1 de cada 10 adolescentes (y más de un tercio de los adolescentes obesos) tienen síndrome metabólico.

El síndrome metabólico es una señal de advertencia temprana

El síndrome metabólico no es una enfermedad. De hecho, las personas que lo tienen suelen estar perfectamente bien. Pero el síndrome metabólico es una señal de que una persona podría llegar a tener problemas de salud graves.

El diagnóstico del síndrome metabólico ayuda a los profesionales de la salud a determinar el riesgo que una persona tiene de desarrollar enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 u otras enfermedades. Saber que tienes síndrome metabólico puede ayudarte a tomar las medidas necesarias para prevenir este tipo de enfermedades cuando seas más grande.

¿Cómo se diagnostica el síndrome metabólico?

Si tienes síndrome metabólico, probablemente no lo sepas hasta que un profesional de la salud te lo diga.

Los médicos no evalúan a todas las personas para saber si tienen síndrome metabólico. Si eres saludable y estás en buen estado físico, es menos probable que tu médico esté preocupado por esto. Pero si el profesional de la salud cree que tienes sobrepeso o que estás subiendo demasiado rápido de peso, tal vez considere que el síndrome metabólico puede ser la causa. Esto es particularmente cierto si algunos miembros de tu familia tienen problemas cardíacos u otras enfermedades relacionadas con el peso.

Si una persona tiene uno de los factores de riesgo de síndrome metabólico, como hipertensión arterial, el médico tal vez compruebe si los otros están presentes.

Para comprobar si tienes síndrome metabólico el médico no hará nada fuera de lo habitual; te tomará la presión arterial y calculará tu índice de masa corporal (IMC). Si estos valores son elevados, es posible que el médico te pida análisis de sangre para controlar el nivel de azúcar y de grasa.

¿Cuáles son las causas del síndrome metabólico?

El sobrepeso parece desempeñar un rol fundamental en el síndrome metabólico. Los genes también. Algunas personas tienen una tendencia genética a presentar algunos factores de riesgo del síndrome metabólico, como colesterol elevado e hipertensión arterial.

El riesgo de desarrollar síndrome metabólico parece ser mayor cerca de la pubertad. Esto puede deberse a que la grasa corporal, la hipertensión arterial y los lípidos se ven afectados por las hormonas que permiten el crecimiento y el desarrollo.

La buena noticia es que puedes hacer algunas cosas para ayudar a prevenir los problemas de salud que el síndrome metabólico puede llegar a provocar.

¿Qué puedo hacer?

En el caso del síndrome metabólico, la mejor manera de cuidar de la salud es hacer algunos cambios en el estilo de vida. Estos son los principales cambios que debes hacer:

  • Baja algunas libras. Si tienes sobrepeso, incluso una pérdida moderada de peso puede reportarte grandes beneficios para la presión arterial, los valores de lípidos en sangre y la capacidad del organismo para usar la insulina.
  • Ponte de pie y comienza a moverte. Dedica una de todas las horas que pasas frente a una pantalla a algo que haga fluir tu sangre. Incluso una caminata de 30 minutos todos los días puede mejorar enormemente la manera en la que funciona la insulina en tu cuerpo y mejorar la presión arterial y los lípidos en la sangre.
  • Come sabiendo lo que es bueno para el cuerpo. Deja de tragarlo todo; piensa en la comida como un combustible. Esto no significa que debas comer cosas aburridas; simplemente significa que debes hacer un esfuerzo por incluir los alimentos adecuados en tu dieta. Por ejemplo: Escoge carbohidratos complejos en lugar de carbohidratos simples (pan integral en lugar de pan blanco, arroz integral en lugar de arroz blanco). Obtén más fibras comiendo más frijoles, frutas y verduras. Escoge más alimentos con grasas "saludables", como aceite de oliva y frutos secos, y evita el exceso de calorías vacías presentes en los refrescos y los dulces.
  • No fumes. ¡Esto es obvio! Fumar es lo peor que les puedes hacer a tu corazón y tus pulmones.

Tal vez resulte difícil tomar en serio estos asuntos cuando llegar a los treinta o cuarenta años parece algo tan lejano. Pero piensa en cómo quieres que sea tu vida cuando llegues a esa edad. Tal vez, te imagines una familia, buenos amigos, un hogar, una carrera profesional y quizás una o dos mascotas. Lo que probablemente no te imagines es la vida con los efectos diarios de la diabetes o una enfermedad cardíaca. Entonces, ¿por qué no hacer todo lo posible para evitar que esos problemas aparezcan?

Hoy es un buen día para comenzar.

Revisor médico: Steven Dowshen, MD
Fecha de revisión: Febrero de 2018