Las convulsiones casi nunca son de riesgo vital. Muchas de ellas solo duran unos pocos minutos y se detienen por sí solas. De todos modos, puede asustar mucho ver a un niño teniendo una convulsión, y ayuda mucho saber qué se debe hacer.
Signos y síntomas
Las convulsiones pueden tener muchas formas diferentes, desde los episodios catatónicos, en los que el niño se queda inmóvil y con la mirada perdida, a ataques de movimientos involuntarios de brazos y piernas. Algunos de los signos de que un niño puede estar teniendo un episodio convulsivo son los siguientes:
- tener sensaciones inusuales o retorcerse justo antes de tener la convulsión
- fijar la mirada en el vacío y no responder a nada ni a nadie
- espasmos musculares incontrolables
- pérdida de la conciencia (o desmayo)
- orinar o defecar de forma descontrolada
Qué hacer si su hijo tiene un episodio convulsivo:
Si hay alguien más cerca, pídale que llame al médico de su hijo. Si no hay nadie más con ustedes, siga los siguientes pasos y luego llame al médico:
- Recueste a su hijo en el suelo con delicadeza, y elimine todos los objetos cercanos.
- Acueste a su hijo sobre un costado para que no se pueda atragantar y/o asfixiar con la saliva.
- Si su hijo vomita, límpiele la boca con un dedo con suavidad.
- Aflójele cualquier prenda de ropa que lleve alrededor de la cabeza o del cuello.
- Asegúrese de que su hijo está respirando bien.
- No trate de impedir que su hijo se agite; eso no detendrá la convulsión y podría hacer que su hijo se sintiera más molesto.
- No le meta nada en la boca. Su hijo no se tragará la lengua, y, al tratar de separarle los dientes, le podría provocar lesiones en la boca u obstruirle las vías respiratorias.
- No le dé a su hijo nada de beber ni de comer, ni le dé ningún medicamento en forma de pastilla o de jarabe hasta que esté completamente despierto y alerta.
- Trate de registrar cuánto tiempo dura el episodio convulsivo.
- Es posible que su hijo esté adormilado o que tarde un rato en volver a la normalidad después de tener un episodio convulsivo. Quédese al lado de su hijo hasta que esté completamente despierto y consciente, y déjelo descasar después del episodio convulsivo.
Haga que su hijo reciba cuidados médicos urgentes o llame al teléfono de emergencias (911), si su hijo:
- Tiene un episodio convulsivo que dura más de 5 minutos o está teniendo episodios convulsivos repetidamente
- tiene dificultades para respirar
- tiene una tonalidad azulada en los labios, la lengua o la cara
- permanece inconsciente durante más de unos pocos minutos después de la convulsión
- se cae o se golpea la cabeza antes o durante el episodio convulsivo
- parece estar enfermo
- tiene un episodio convulsivo dentro del agua
- presenta algún síntoma que le preocupa
¡Anticipar es la mejor prevención!
Si su hijo tiene una afección convulsiva conocida, asegúrese de que descansa mucho y de que se toma la medicación anticonvulsiva que le hayan recetado cuando le toque.