Hoja informativa sobre la intolerancia a la lactosa (para las escuelas)
Qué deben saber los maestros
Las personas con intolerancia a la lactosa tienen problemas para digerir un azúcar de la leche y de los productos lácteos llamado "lactosa".
Quienes tienen intolerancia a la lactosa producen una cantidad insuficiente de una enzima llamada "lactasa". Por lo tanto, no pueden descomponer la lactosa dentro del intestino delgado, y este azúcar pasa al intestino grueso. Allí, las bacterias lo fermentan y forman gases y ácidos. Esto puede provocar retortijones, dolor abdominal, gases y diarrea. Los síntomas suelen ocurrir entre los 30 minutos y las 2 horas después de comer o beber algo que contenga lactosa.
En algunos alumnos, estos síntomas pueden ser considerables, de modo que no pueden beber ni comer nada que contenga lactosa. En otros alumnos, los síntomas son más leves y solo deben reducir la cantidad de productos lácteos que ingieren.
Los alumnos con intolerancia a la lactosa tal vez:
- necesiten ir al baño a menudo a lo largo de todo el día
- tengan que sentarse lo más cerca posible del baño o de la puerta de la clase
- se sientan avergonzados por sus síntomas
- tengan que comer alimentos especiales que no contengan lactosa en el comedor
- tengan que visitar la enfermería escolar para tomar medicación o para tratar sus síntomas
- necesiten más tiempo para recuperar las tareas de las clases que se hayan perdido.
Qué pueden hacer los maestros
La intolerancia a la lactosa no es una reacción alérgica. No suele ser de riesgo vital, pero puede ser molesta y avergonzar a los alumnos cuando presentan síntomas.
La mejor estrategia para los alumnos con intolerancia a la lactosa consiste en evitar la leche y los lácteos. Pero, al hacer esto, tal vez no ingieran suficiente calcio en su dieta. En el comedor, puede animar a sus alumnos con intolerancia a la lactosa a comer alimentos que sean ricos en calcio y que no contengan lactosa, como el brócoli, las verduras de hoja de color verde oscuro, los frijoles, alternativas a la leche ricas en calcio y el tofu.
La mayoría de los alumnos saben qué es lo que pueden y lo que no pueden tolerar. Pero es una buena idea que hable con los padres o tutores del alumno para saber qué alimentos debe evitar; de esta manera, usted podrá ofrecer alternativas si ingieren algún tentempié en sus clases. Consulte a la enfermería escolar si tiene algún motivo de preocupación.