¿Qué son las alergias alimentarias?
Una alergia alimentaria ocurre cuando el sistema inmunitario, que normalmente lucha contra las infecciones, interpreta que determinado alimento es un invasor. Esto lleva a una reacción alérgica.
Aunque las reacciones alérgicas que haya presentado antes una persona hayan sido de carácter leve, siempre existe la posibilidad de que su próxima reacción alérgica sea de riesgo vital. Por eso, cualquier persona con una alergia alimentaria debe evitar por completo el alimento problemático y llevar siempre encima un inyector de epinefrina (adrenalina) a usar en caso de emergencia.
¿Cuáles son los alérgenos más frecuentes?
Un niño puede ser a alérgico a cualquier alimento, pero los siguientes alérgenos alimentarios causan el 90% de todas las reacciones alérgicas en los niños:
- leche
- huevos
- cacahuetes
- soja
- trigo
- frutos secos (como las nueces y los anacardos)
- pescado
- marisco (como las gambas)
- sésamo
¿Cuáles son los signos y los síntomas de las alergias alimentarias?
Una reacción alérgica es una respuesta del sistema inmunitario en la cual se liberan sustancias químicas, como la histamina. Las reacciones alérgicas pueden ser leves o graves. Una persona puede tener una reacción severa a un alimento aun si la reacción anterior fue leve. Entre los síntomas de las reacciones alérgicas, se incluyen los siguientes:
- resuello o sibilancias (hacer "pitos" al respirar)
- problemas para respirar
- tos
- ronquera
- opresión en la garganta
- dolor abdominal
- vómitos
- diarrea
- ojos hinchados, llorosos y que pican
- urticaria (ronchas en la piel)
- ronchas o granos rojos
- hinchazón
- una bajada de la tensión arterial que causa sensación de desfallecimiento o pérdida de la conciencia (desmayo)
A veces, la alergia a la soja puede causar una reacción alérgica grave llamada anafilaxia. La anafilaxia puede empezar con algunos de los síntomas propios de una reacción alérgica menos grave, pero los síntomas pueden empeorar rápidamente. La persona puede tener dificultades para respirar o llegarse a desmayar. En una anafilaxia, siempre participa más de una parte del cuerpo. Si no se trata con epinefrina inyectable, la anafilaxia puede poner en peligro la vida.
¿Qué es una intolerancia alimentaria?
La gente suele confundir las alergias alimentarias con intolerancia alimentaria. Los síntomas de la intolerancia alimentaria abarcan los eructos, la indigestión, los gases (o flatulencias), las heces blandas, el dolor de cabeza, el nerviosismo o la sensación de estar ruborizado. Pero la intolerancia alimentaria:
- no afecta al sistema inmunitario
- puede ocurrir porque una persona no es capaz de digerir una sustancia, como la lactosa
- puede ser desagradable pero solo es peligrosa en casos muy excepcionales
¿Cómo se diagnostican las alergias alimentarias?
Si el médico sospecha que su hijo podría tener una alergia alimentaria, lo más probable es que le pregunte sobre:
- los síntomas de su hijo
- el tiempo que suele transcurrir entre el momento en que come un alimento en particular y el inicio de los síntomas
- si hay algún otro miembro de la familia que tiene alergias o afecciones como el eccema y el asma.
Si el médico de su hijo cree que podría tener una alergia alimentaria, lo más probable es que lo envíe a un alergólogo (un médico especializado en alergias), quien les hará más preguntas y explorará a su hijo. Lo más probable es que el alergólogo le pida algunas pruebas que lo ayudarán a hacer el diagnóstico, como:
- una prueba cutánea. Esta prueba implica poner extractos líquidos de alérgenos alimentarios sobre la piel del antebrazo o de la espalda de su hijo, pinchar superficialmente la piel en esas áreas y esperar para ver si se forman unos granitos rojizos que sobresalen en la superficie de la piel (llamados ronchas o habones). La obtención de un resultado positivo a determinado alimento en esta prueba indica que el niño podría ser alérgico a ese alimento.
- análisis de sangre para detectar la presencia de anticuerpos IgE a determinados alimentos en la sangre de su hijo.
Es posible que su hijo tenga que dejar de tomar ciertos medicamentos contra la alergia (como antihistamínicos de venta libre), entre 5 y 7 días antes de hacerle la prueba de punción cutánea, porque podrían afectar a los resultados. Pregúntele al alergólogo si no está seguro de qué medicamentos se deben dejar de tomar antes de hacerse esta prueba y durante cuánto tiempo los tiene que dejar de tomar.
Pero, si los resultados de las dos pruebas anteriores no son claros, es posible que el alergólogo crea conveniente hacerle una prueba de provocación:
- Durante esta prueba, a la persona se le administran cantidades cada vez mayores del supuesto alérgeno alimentario bajo la atenta supervisión de un médico. Esta prueba solo se debe realizar en la consulta de un alergólogo o en un hospital que disponga de medicamentos y de servicio médico inmediatos por si se produjera una reacción alérgica de riesgo vital.
También se realizan pruebas de provocación alimentaria para ver si las personas han superado una alergia.
¿Cómo se tratan las alergias alimentarias?
Un niño que tiene una alergia alimentaria siempre debe tener dos auto-inyectores de epinefrina cerca en caso de tener una reacción grave. Un auto-inyector de epinefrina es un medicamento de venta con receta médica que viene en un envase pequeño y fácil de transportar. Es fácil de usar. El médico de su hijo le enseñará a usarlo. Siempre tenga dos auto-inyectores cerca en caso de que uno no funcione o si su hijo necesitara una segunda dosis.
El médico también le puede facilitar un plan de acción contra la alergia, que ayuda a prepararse, reconocer y tratar las reacciones alérgicas. Compártalo con cualquier persona que necesite saberlo, como los parientes, el personal de la dirección del centro de estudios y los entrenadores. Independientemente de dónde esté su hijo, sus cuidadores deben saber dónde se guarda el inyector de epinefrina y poder acceder a él con facilidad; también deben saber ponérselo. Considere también la posibilidad de que su hijo lleve siempre puesta una pulsera de alerta médica.
Es importante no perder tiempo durante una reacción alérgica. Si su hijo comienza a tener síntomas de una reacción alérgica grave, como dificultad para respirar u opresión en la garganta, use el autoinyector de epinefrina de inmediato. Úselo también si los síntomas que presenta su hijo afectan a más de una parte del cuerpo, como urticaria añadida a vómitos. Luego, llame al teléfono de emergencias (911 en EE.UU.) y haga que lleven a su hijo a un servicio de urgencias médicas. La supervisión médica es importante porque incluso cuando parezca que haya pasado lo peor, puede ocurrir una segunda ola de síntomas graves.
¿Cómo pueden los padres mantener seguros a los niños?
Si su hijo tiene una alergia alimentaria, lea detenidamente las etiquetas de los alimentos para evitar ingerir los alérgenos que afectan a su hijo. Los ingredientes y los procesos de fabricación pueden cambiar, por lo que es importante leer las etiquetas cada vez, incluso en el caso de los alimentos que su hijo ha consumido de manera segura en el pasado. Los alérgenos más comunes deben estar listados claramente en las etiquetas. Pero los alérgenos menos comunes pueden estar ocultos en ingredientes como sabores naturales o especias.
Una cosa que puede no aparecer en las etiquetas alimentarias es el riesgo de contaminación cruzada. La contaminación cruzada ocurre cuando alimentos a los que su hijo no es alérgico entran en contacto con alimentos a los que sí es alérgico. Esto puede ocurrir cuando un fabricante utiliza las mismas instalaciones o máquinas para moler muchos tipos distintos de alimentos. Algunas compañías introducen avisos en sus etiquetas para alertar a sus clientes sobre el riesgo de contaminación cruzada en menajes como: "Puede contener cacahuetes", "Procesado en instalaciones donde también se procesa leche" o "Fabricado con un equipo técnico que también se utiliza para procesar huevos". Usted querrá evitar productos que tengan este tipo de alertas.
Pero las compañías no tienen la obligación de incluir información preventiva sobre la contaminación cruzada en sus etiquetas alimentarias. Por lo tanto, es mejor comunicarse con estas empresas para ver si un producto podría haber estado en contacto con los alérgenos de su hijo. Puede encontrar esta información en el sitio web de la compañía. En el caso de que no la encuentre, envíe un correo electrónico a la compañía para preguntárselo.
Cuando su hijo coma fuera de casa, asegúrese de que cualquier persona que prepare la comida sepa sobre su alergia y qué alimentos debe evitar. Es posible que desee proporcionar alimentos que sepa que son seguros para su hijo.
Puede obtener más información sobre cómo controlar las alergias alimentarias en línea en: