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Planes de alimentación: lo que deben saber los niños con diabetes

Revisor médico: Steven Dowshen, MD

Los niños con diabetes no necesitan seguir dietas estrictas, pero sí deben prestar atención a cuándo comen y a qué contienen sus platos. ¿Por qué? Porque los ayuda a controlar sus niveles de azúcar en sangre. Los planes de alimentación ayudan a la gente con diabetes a comer bien y a mantenerse sana. ¿Qué es un plan de alimentación? Averigüémoslo.

Seguir un plan de alimentación

Puesto las comidas saludables son tan importantes, lo más probable es que el equipo médico que lleva tu diabetes te facilite un plan de alimentación para que lo sigas. Los planes de alimentación no te indican exactamente qué alimentos debes comer, pero te dan una información general sobre qué grupos de alimentos escoger y cuándo deberías comer.

No tengas miedo de que tu plan vaya a incluir solo alimentos que no te gustan. Tu plan de alimentación incluirá alimentos que ya comes y que te gustan. Lo más probable es que tu equipo médico te pida que anotes todo lo que comas en un diario durante varios días para conocer tus gustos.

Tu plan de alimentación te ayudará a pensar en comidas saludables, pero también te ayudará a alcanzar otros objetivos relacionados con la salud. Por ejemplo, si necesitas perder peso, es posible que el plan te sugiera que controles la cantidad de calorías y de gramos de grasa que comes para ayudarte a alcanzar ese objetivo.

Es posible que tus padres y otros adultos tomen la mayoría de las decisiones relacionadas con tu plan de alimentación. Pero, si te pidieran consejo, deberías intentar mantener el equilibrio. Por ejemplo, dos papas al horno no son una comida equilibrada. Pero podrías tomar un trozo de pollo a la parrilla con media patata al horno y brócoli como  acompañamiento. Complétalo con un postre de frutas del bosque y tendrás una comida equilibrada genial.

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Tipos de planes de alimentación

Hay tres tipos de planes de alimentación El equipo médico que lleva tu diabetes, que incluye a tu médico, te ayudará a decidir cuál es el mejor para ti.

Con un plan de alimentación de hidratos carbono constantes, la persona ingiere cierta cantidad de hidratos de carbono (o carbohidratos) en cada comida y tentempié. Luego, toma insulina  u otro medicamento para la diabetes a las mismas horas y en dosis similares todos los días. La persona con diabetes, o sus padres, pueden usar las etiquetas de los alimentos para determinar cuántos gramos de hidratos de carbono está comiendo, a fin ajustarse bien a su plan.

Otra opción es el plan de alimentación de recuento de hidratos de carbono. Con este plan, las personas con diabetes cuentan los hidratos de carbono que van a ingerir para ajustar la dosis de insulina a esa cantidad. Contar los hidratos de carbono significa que la persona contará la cantidad de gramos de hidratos de carbono que vaya a ingerir. 

Las etiquetas de los alimentos indican la cantidad de gramos de hidratos de carbono que contiene un alimento. Sabiendo esto, una persona puede ajustar la dosis de insulina a esa cantidad. Este plan funciona mejor con la gente que recibe una dosis de insulina (en forma de inyección o mediante una bomba de insulina) en cada comida.

Algunas personas con diabetes siguen un plan de intercambio de alimentos. En vez de centrarse exclusivamente en los hidratos de carbono, la persona también se debe fijar en las proteínas y las grasas. En este plan, los alimentos se dividen en seis grupos: almidones (o féculas), frutas, lácteos, grasas, verduras y carnes.

El plan establece una ración (cantidad) de cada uno de estos grupos de alimentos. Cada ración tiene aproximadamente la misma cantidad de calorías, proteínas, hidratos de carbono y grasas.  Por ejemplo, una manzana o una naranja sería una ración fruta. Podrías elegir entre ambas si tu plan de alimentación te indicara que debes ingerir una ración de fruta. La cantidad de raciones de cada grupo de alimentos que se debe ingerir en cada comida se basa en la cantidad de calorías que la persona necesita al día.

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Cómo pueden ayudar las etiquetas alimentarias

Las etiquetas alimentarias son fáciles de leer e incluyen un listado de los ingredientes del alimento, información nutricional y las calorías que contiene. Así que cualquier persona que quiera comer de forma saludable puede aprender mucho de ellas. Para las personas con diabetes, las etiquetas alimentarias también proporcionan la información que necesitan para mantener bien controlado su azúcar en sangre.

Por ejemplo, si utilizas un plan de alimentación de recuento de hidratos de carbono o de hidratos de carbono constantes, puedes buscar la cantidad de hidratos de carbono que contiene el alimento en su etiqueta. Esta te indicará cuántos gramos de hidratos de carbono vas a ingerir. La cantidad de hidratos de carbono se refiere a una sola ración; por lo tanto, asegúrate de multiplicar esa cantidad por la cantidad de raciones que comas o bebas.

Si sigues un plan de alimentación de recuento de hidratos de carbono, el hecho de saber la cantidad de hidratos de carbono que has ingerido te puede ayudar a determinar la cantidad de medicamento que debes tomar.

Las personas que siguen un plan de intercambio de alimentos también pueden utilizar las etiquetas alimentarias. ¿Cómo? Fijándose en la composición en hidratos de carbono, proteínas y grasas de cada alimento. Esto puede ayudar a la persona a clasificar el alimento, como almidón (o fécula), fruta, verdura, carne o grasa,  y permitir que la persona calcule cuántas raciones de un alimento puede comer ese día. 

Las etiquetas alimentarias también indican cuánto sodio (sal) contiene un alimento. Esto es importante porque algunas personas con diabetes también tienen hipertensión arterial. Demasiada sal, o sodio, puede empeorar los problemas de tensión arterial.

En las etiquetas alimentarias, también encontrarás información sobre la cantidad de grasas, el tipo de grasas y las calorías totales de un alimento. Estar pendiente de esta información es buena idea para todo el mundo, incluyendo a las personas con diabetes. Ingerir una cantidad excesiva de ciertas grasas puede hacer a una persona más proclive a tener problemas de corazón y en los vasos sanguíneos. E ingerir demasiadas calorías puede causar un aumento de peso. Si eres curioso, uno de tus padres, tu médico o tu nutricionista te puede ayudar a saber cuántas calorías necesitas cada día. ¡Úsalas bien!

Ponlo por escrito

Como ya habrás comprobado, los planes de alimentación implican hacer un buen seguimiento, sea de la cantidad de gramos de hidratos de carbono o de las raciones de intercambio que hayas comido. Para que te resulte más sencillo, tal vez prefieras anotar lo que comes y tus lecturas de azúcar en sangre en una hoja de registro.

Tu mamá o tu papá pueden utilizar ese registro para ayudarte a equilibrar lo que comes con la insulina que debes tomar. Además, al tenerlo por escrito, ¡no podrás decir: "Oh, no lo sé...", cuando alguien te pregunte qué has comido o cuál ha sido tu última lectura de azúcar!

Revisor médico: Steven Dowshen, MD
Fecha de revisión: abril de 2016