Reflujo gastroesofágico (RGE)
¿Qué es el reflujo gastroesofágico (RGE)?
El reflujo gastroesofágico, también llamado "reflujo", ocurre cuando los alimentos y los ácidos del estómago suben por el esófago. Esto causa una sensación de malestar en el pecho, a menudo llamada "acidez" o "ardor de estómago".
El reflujo gastroesofágico puede afectar a adultos, niños e, incluso, a bebés. Es normal y la mayoría de los niños con reflujo gastroesofágico lo acaban superando con la edad. Los cambios en la dieta pueden ayudar, pero hay algunos niños que pueden necesitar tratamiento médico.
Cuando el reflujo gastroesofágico ocurre a menudo y causa problemas como falta de crecimiento, vómitos o lesiones en el esófago, se llama enfermedad por reflujo gastroesofágico (o ERGE). La ERGE es más grave que el reflujo gastroesofágico y se suele tratar con medicamentos.
¿Cuáles son los signos y los síntomas del reflujo gastroesofágico?
Entre los signos más frecuentes del reflujo gastroesofágico, se incluyen los siguientes:
- sensación de ardor (en el pecho, el cuello y/o la garganta). Puede durar hasta 2 horas y tiende a empeorar después de las comidas y después de acostarse
- eructos
- hipo frecuente
- regurgitaciones o vómitos frecuentes, sobre todo después de las comidas
- sensación de que los ácidos del estómago suben por la parte posterior de la garganta
- aliento ácido o mal aliento
- caries frecuentes, sobre todo detrás de los dientes, a pesar de que el paciente se cepille bien los dientes
Signos de reflujo gastroesofágico en los bebés y los niños pequeños:
- sensación de ahogo o sibilancias (si el contenido del reflujo entra en la tráquea y/o los pulmones)
- eructos húmedos o hipo húmedo
- regurgitaciones que prosiguen después de que el niño cumpla un año (momento en que suele remitir el reflujo en la mayoría de los bebés)
- irritabilidad o llanto inconsolables después de comer
- negarse a comer o comer solo cantidades reducidas
- falta de ganancia de peso
Algunos de estos síntomas pueden empeorar si el bebé se coloca dentro de una silla de seguridad para el coche justo después de comer.
¿Cuáles son las causas del reflujo gastroesofágico?
Un anillo muscular, llamado "esfínter esofágico inferior", es el que separa el esófago del estómago. Los síntomas del reflujo gastroesofágico ocurren cuando este anillo se relaja en el momento incorrecto o no cierra bien. Esto permite que el líquido ácido procedente del estómago vuelva a subir hacia arriba por el esófago y llegue a la parte posterior de la garganta, y a veces hasta la boca o la nariz.
El reflujo suele ser de poca importancia y no suele ser un motivo de preocupación. Pero en las personas con ERGE, el reflujo ocurre más a menudo y causa un malestar considerable. Después de muchas comidas, las personas con ERGE tienen ardor o acidez (lo que también se conoce como indigestión ácida).
A los bebés con ERGE, la leche materna o de fórmula les vuelve a subir por el esófago y a veces les llega hasta la boca. A veces, los bebés regurgitan enérgicamente o tienen "eructos húmedos".
¿Qué problemas puede haber?
Los bebés con reflujo gastroesofágico lo superan cuando tienen entre 1 y 2 años de edad. Pero, en algunos casos, los síntomas de reflujo gastroesofágico persisten. Los niños con afecciones neurológicas o del desarrollo, como la parálisis cerebral, corren un mayor riesgo de desarrollar reflujo gastroesofágico y pueden tener síntomas más graves y duraderos.
Un reflujo de ácido estomacal duradero puede llevar a desarrollar:
- problemas respiratorios (si el contenido estomacal entra en la tráquea, los pulmones o la nariz)
- enrojecimiento e irritación en el esófago, una afección llamada esofagitis.
- sangrado en el esófago
- tejido cicatricial en el esófago, que puede dificultar el proceso de tragar
- neumonía
- repetidos ataques de asma
Debido a que estas complicaciones pueden ocasionan dolor al comer, el reflujo gastroesofágico puede interferir en una nutrición adecuada. O sea que, si su hijo no está aumentando de peso según lo previsto o está perdiendo peso, es importante que hable con su médico.
¿Cómo se diagnostica el reflujo gastroesofágico?
En los niños mayores, los médicos suelen poder diagnosticar el reflujo gastroesofágico haciendo una exploración física y escuchando cuáles son los síntomas. Si su hijo tiene reflujo gastroesofágico trate de hacer un seguimiento de cuáles son los alimentos que parecen estarle provocando síntomas. Esta información puede ayudar a su médico a saber qué es lo que está causando el problema.
En los bebés y los niños más pequeños, los médicos pueden hacer alguna de las siguientes pruebas para diagnosticar el reflujo gastroesofágico o descartar otros problemas:
- Estudio radiológico del tracto gastrointestinal superior. Esta radiografía especial permite mostrar el líquido volviendo hacia atrás por el esófago, la irritación o el estrechamiento del esófago y cualquier otro problema en el tubo digestivo superior. Para esta prueba, el niño se tiene que tragar una pequeña cantidad de un líquido blanquecino (una papilla hecha a base de bario). Este líquido aparecerá en la radiografía y mostrará el proceso de tragar.
- pHmetría con impedancia de 24 horas. Esta prueba se considera la manera más precisa de detectar el reflujo y la frecuencia con que ocurre. Se introduce una sonda delgada y flexible a través de la nariz hasta el esófago. La punta se apoya justo sobre el esfínter esofágico durante 24 horas con la finalidad de evaluar la concentración de ácido dentro del esófago y de detectar el reflujo.
- Escintigrafía gastroesofágica. Esta serie de radiografías examina el recorrido de un líquido especial a medida que el niño lo va tragando. Esta prueba puede mostrar si el estómago elimina los líquidos muy despacio y si los pulmones inhalan el líquido del reflujo.
- Endoscopia superior. En esta prueba, los médicos observan directamente el esófago, el estómago y una parte pequeña del intestino delgado mediante una cámara diminuta de fibra óptica. Los médicos también pueden extraer una pequeña muestra (biopsia) del revestimiento del esófago para descartar otros problemas.
¿Cómo se trata el reflujo gastroesofágico?
El tratamiento del reflujo gastroesofágico depende de los síntomas y de su gravedad.
El reflujo es común en los bebés y algunos cambios simples en la alimentación pueden ayudar:
- No sobrealimente a su bebé. Las tomas más pequeñas y frecuentes pueden reducir el reflujo. Hable con el profesional del cuidado de la salud sobre la cantidad y la frecuencia con la que debe alimentar a su bebé.
- Haga eructar a su bebé antes y después de alimentarlo.
- Sostenga al bebé en posición vertical mientras lo alimenta y durante 15 a 30 minutos después de alimentarlo. No coloque a su bebé en un asiento para bebés después de alimentarlo. Esta posición puede empeorar el reflujo.
- Hable con el profesional del cuidado de la salud antes de cambiar la dieta de su bebé o su dieta, si lo está amamantando.
No permita que nadie fume cerca de su bebé. El humo del tabaco puede empeorar el reflujo.
El médico puede recomendar espesar la fórmula con un poco de cereal infantil de avena o usar una fórmula antirreflujo para reducir el reflujo. Los bebés que tienen reflujo y que son amamantados deben continuar alimentándose con leche materna. Hable con su médico antes de espesar la leche si está amamantando a su bebé, si su bebe tiene sobrepeso o si es prematuro.
Los niños mayores a menudo se encuentran mejor si evitan los alimentos y las bebidas que les desencadenan los síntomas del reflujo gastroesofágico. Entre ellos, se incluyen las siguientes:
- las frutas cítricas
- el chocolate
- los alimentos y las bebidas con cafeína
- los alimentos grasos y los fritos
- el ajo y la cebolla
- los alimentos picantes, especiados o muy condimentados
- los alimentos que contengan mucho tomate, como la salsa de tomate
- la menta
Los médicos a veces recomiendan levantar el cabecero de la cama de 6 a 8 pulgadas (de 15 a 20 cm) para minimizar el reflujo que se produce por la noche. Los bebés menores de 1 año, incluidos los bebés con reflujo gastroesofágico, siempre deben dormir boca arriba sobre una superficie plana y firme.
La obesidad, algunos medicamentos, el tabaquismo y el alcohol pueden empeorar el reflujo.
Si los síntomas del reflujo prosiguen, los médicos pueden recetar medicamentos como los siguientes:
- bloqueadores H2 (o antagonistas del receptor H2 de histamina), que pueden ayudar a frenar la fabricación de ácido estomacal
- inhibidores de la bomba de protones, que reducen la cantidad de ácido que se fabrica en el estómago
- procinéticos, que ayudan a que el músculo del esfínter esofágico funcione mejor y a que el estómago se vacíe más deprisa. Estos medicamentos sirven para prevenir el reflujo.
Raramente, el tratamiento médico no ayuda y el niño sigue sin crecer o desarrolla otros problemas. Solo en estos casos, puede ser necesario operar al paciente. En esta operación, llamada fundoplicatura, el médico crea una válvula en la parte superior del estómago haciendo un nudo alrededor del esfínter esofágico para fortalecer este esfínter y prevenir el reflujo.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Llame al médico si su bebé tiene reflujo gastroesofágico y:
- no parece estar creciendo
- llora mucho más de lo habitual
- se niega a comer o llora y se arquea para alejarse del biberón o del pecho durante las tomas
- tose, se ahoga, tiene sibilancias o dificultades para respirar
- vomita enérgicamente más de unas pocas veces en un período de 24 horas
- tiene sangre en las heces (cacas)
- sigue teniendo problemas relacionados con el reflujo después de cumplir un año.
Diríjanse a un servicio de urgencias médicas de inmediato si su bebé vomita sangre o bilis (un líquido verde o amarillo).
Llame al médico si su hijo es mayor, tiene reflujo gastroesofágico y:
- tiene muchas molestias por el reflujo
- no parece estar creciendo
- tose, se ahoga, tiene sibilancias o dificultades para respirar
- vomita más que unas pocas veces en un período de 24 horas
- tiene sangre en las heces (cacas)
Vayan a un servicio de urgencias médicas de inmediato si su hijo tiene un dolor fuerte en el pecho.
¿Qué más debería saber?
Si su hijo tiene reflujo gastroesofágico:
- Anímelo a ingerir platos reducidos y con frecuencia en vez de hacer comidas copiosas.
- Si su hijo tiene sobrepeso, hable con su médico sobre cómo perder peso de una forma segura.
- No permita que nadie fume cerca de su hijo. Esto puede empeorar el reflujo.