Rasca, rasca. ¡Cuánto pica! Te pica muchísimo la cabeza. ¿Podrían ser piojos?
En tal caso, no serías el único. Cada año, millones de personas de todo el mundo tienen piojos. La mayoría de esos millones de personas son niños. Lo más probable es que cualquier niño que vaya a la escuela haya oído hablar de los piojos. Se pueden contagiar fácilmente en las escuelas, o sea que, si un niño tiene piojos, es posible que el resto de la clase también los tenga. ¿Qué puedes hacer? Averigüémoslo.
¿Qué son los piojos?
Los piojos son insectos muy, muy pequeños. De hecho, ¡son tan diminutos que apenas se pueden ver! Un piojo tiene el tamaño de una semilla de sésamo.
Los piojos necesitan estar cerca de la piel para sobrevivir, y el calor de tu piel es un lugar perfecto para ellos. Los piojos se alimentan de pequeñísimas cantidades de sangre (mucha menos de la que consume un mosquito) y usan sus pegajosas patitas para sujetarse al cabello. ¡Qué asco!
Cuando los piojos empiezan a vivir en el cabello de una persona, también empiezan a poner huevos, o liendres. Los piojos pueden sobrevivir hasta 30 días en la cabeza de una persona y pueden poner ocho huevos al día. Los piojos pegan sus liendres a hebras de cabello, cerca del cuero cabelludo. Si ves una pequeña masa ovalada en una hebra de cabello, lo más probable es que se trate de una liendre. Si estos pequeños huevos son amarillos, de color canela o marrones, significa que aún no han eclosionado y que contienen piojos en su interior. Si las liendres son blancas o trasparentes, significa que ya han eclosionado y que ya han salido los piojos.
Aunque no hacen daño, los piojos pueden irritar la piel y hacer que pique (sobre todo, por la noche). Rascarse demasiado puede causar infecciones en el cuero cabelludo.
Los piojos quieren a todo el mundo
Tener piojos puede ser embarazoso, pero los puede tener cualquiera. ¡Esto incluye hasta al niño más limpio de tu clase! Tener piojos no es un signo de suciedad ni de falta de higiene. Estos bichitos pueden ser un problema, independientemente de lo mucho, o de lo poco, que se lave el cabello o se bañe un niño.
Los piojos no pueden saltar ni volar. Se propagan cuando las cabezas de las personas entran en contacto o cuando se comparten gorros, ropa de vestir, peines, cepillos, cintas del cabello, pasadores y ropa de cama (como sábanas, mantas, edredones, almohadas y sacos de dormir). Si los piojos están pegados a alguno de estos objetos y el objeto entra en contacto con la cabeza de otra persona, esa persona también puede pasar a tener piojos. Los piojos se contagian en las clases y las escuelas porque los niños juegan estando muy pegados y suelen compartir prendas y objetos en mayor medida que los adultos.
¿Cómo nos podemos librar de los piojos?
Si te pica mucho la cabeza, díselo a un adulto lo antes posible. Esto es especialmente importante si sabes que otros niños de tu clase o escuela tienen o han tenido piojos. ¡No esperes! ¡Cuánto más tiempo tengan los piojos para poner liendres, más te picará la cabeza!
Generalmente, los padres y el personal de enfermería de las escuelas pueden identificar los piojos al encontrar liendres en el cabello. Algunos padres llevan a sus hijos al médico para que compruebe si tienen piojos.
Medicamentos
Si un niño tiene piojos, un adulto tendrá que comprar un champú, crema o loción formulados médicamente para matar a los piojos. El adulto tendrá que aplicarte el medicamento y seguir las instrucciones. Parte del tratamiento consiste en peinar el cabello con un peine de púas finas (o liendrera) para extraer las liendres. El champú, la crema o la loción suelen matar a los piojos inmediatamente. La picazón debería desaparecer al cabo de pocos días pero es posible que sea necesario repetir el tratamiento al cabo de 7 a 10 días para matar cualquier piojo que pueda haber salido del huevo después del primer tratamiento.
No uses un secador de cabello después de aplicar el champú, la loción o la crema formulado médicamente porque pueden contener ingredientes inflamables. Y a nadie le gusta que se le incendie el cabello.
Extracción manual de piojos
Tus padres también pueden tratar de quitarte las liendres y los piojos a mano. Para extraer piojos y liendres manualmente, tu madre o tu padre te mojará el cabello y te lo peinará con un peine de púas finas (o liendrera) después de haberte aplicado acondicionador o crema suavizante cada 3–4 días durante 3 semanas después de haber visto el último piojo vivo. Mojar antes el cabello ayuda a inmovilizar temporalmente a los piojos, y aplicar acondicionador sobre cabello facilita el deslizamiento de la liendrera.
Aunque los piojos solo pueden vivir 1 o 2 días en la cabeza de una persona, es recomendable que un adulto lave toda la ropa de cama, gorros, ropa de vestir y peluches con agua caliente. También puede meterlos en bolsas y cerrarlas herméticamente durante 2 semanas. Eso también mata a los piojos y a sus huevos.
Pasar la aspiradora por las alfombras, moquetas, la tapicería y los asientos del coche ayudará a eliminar cualquier piojo que se cayera antes del tratamiento. Se deben poner en remojo en agua caliente los peines, cepillos y otros accesorios para el cabello, lavarlos con un champú formulado médicamente para matar piojos o bien tirarlos a la basura.
A veces es difícil librarse de los piojos. Si ese es tu caso, pide a tus padres que consulten a tu médico. Es posible que les recomiende usar medicamentos más fuertes y otros tratamientos.
¿Qué puede ayudar a prevenir los piojos?
Por descontado, los piojos no son nada agradables, pero hay cosas que puedes hacer para mantenerlos bien lejos. Para prevenir los piojos:
- Si un amigo tuyo tiene piojos, no les des ninguna oportunidad para que entren en tu cabeza. Evita juntar las cabezas o compartir cosas que puedan contener piojos, como gorros o peines.
- No te pongas sombreros ni gorros de otros niños.
- No compartas nunca peines, cepillos, pasadores u otros accesorios para el cabello. Usa los tuyos y no se los prestes a nadie.
- Usa siempre tu propio saco de dormir y tu propia almohada cuando duermas fuera de casa.
Compartir suele ser una idea estupenda, ¡salvo cuando lo que compartes son piojos!