¿Qué es una alergia alimentaria?
Hay muchos niños que tienen alergias alimentarias. Las alergias ocurren cuando el sistema inmunitario comete un error. Normalmente, el sistema inmunitario te protege de los gérmenes y las enfermedades. Lo hace fabricando unos anticuerpos que te ayudan a luchar contra las bacterias, los virus y otros organismos diminutos que te pueden hacer enfermar. Pero, si tienes una alergia alimentaria, tu sistema inmunitario tratará por error algún componente de cierto alimento como si fuera realmente peligroso para ti.
Esto es lo que ocurre en cualquier alergia, sea a un medicamento (como la penicilina), al polen contenido en el aire (procedente de la hierba, las flores y los árboles), o a un alimento, como los cacahuetes. Por lo tanto, la sustancia que desencadena la reacción alérgica no es perjudicial en sí misma, pero la forma en que tu organismo reacciona ante ella sí que lo es.
¿Cuáles son las alergias más frecuentes?
Los niños pueden ser alérgicos a cualquier alimento, pero los más comunes son los siguientes:
- cacahuetes y frutos secos
- marisco y pescado, como las gambas o el bacalao
- pescado
- leche, sobre todo la de vaca
- huevos
- soja
- trigo
- sésamo
¿En qué consiste una reacción alérgica?
Si un niño alérgico a los cacahuetes se comiera un trozo de pastel de chocolate cubierto de cacahuetes picados, he aquí lo que le ocurriría. Los anticuerpos a un componente de los cacahuetes harían que su cuerpo liberara sustancias químicas en el torrente sanguíneo. Una de esas sustancias químicas es la histamina.
Su liberación puede causar síntomas que afectan a los ojos, la nariz, la garganta, el sistema respiratorio, la piel y/o el sistema digestivo. Una persona con una alergia alimentaria puede tener una reacción alérgica leve o bien una reacción alérgica más grave. Y estas reacciones pueden ser inmediatas o bien aparecer varias horas después de comer el alimento.
Algunos se los primeros signos de que una persona puede estar presentando una reacción alérgica pueden ser el moqueo nasal, una erupción tipo urticaria que pica, o un cosquilleo en la lengua o en los labios. Otros signos de este síndrome son los siguientes:
- opresión en la garganta
- ronquera o afonía
- resuello o sibilancias (hacer "pitos" al respirar)
- tos
- náuseas
- vómitos
- dolor abdominal
- diarrea
En los casos más graves, las alergias alimentarias pueden causar una reacción llamada anafilaxia. Se trata de una reacción alérgica repentina y grave en la que ocurren varios problemas a la vez. Puede afectar a la piel, la respiración, la digestión, el corazón y los vasos sanguíneos. La tensión arterial puede bajar considerablemente, se pueden estrechar las vías respiratorias y se puede inflamar la lengua.
La gente que puede presentar este tipo de reacciones tiene que ser muy cuidadosa y necesita disponer de un plan de acción para responder bien en caso de emergencia, momento en que necesitará utilizar un medicamento especial para impedir que empeoren sus síntomas.
Muchos niños acaban superando su alergia a la leche o a los huevos cuando crecen. Pero hay algunas alergias alimentarias, como la alergia a los cacahuetes, a ciertos tipos de pescados y a las gambas que suelen ser de por vida.
¿Cómo puedes saber si tienes una alergia alimentaria?
A veces es fácil saber que un niño es alérgico a determinado alimento. Le puede salir una erupción o presentar otros problemas después de comer ese alimento. Pero otras veces, averiguar cuál es la causa del problema es mucho más complicado. La mayoría de las comidas contiene más de un ingrediente, de modo que si un niño toma gambas con salsa de cacahuete y tiene una reacción alérgica, ¿qué le estará provocando la alergia, los cacahuetes o las gambas?
Hay mucha gente que reacciona a determinados alimentos, pero que no tiene ninguna alergia. Por ejemplo, la gente con intolerancia a la lactosa tiene dolor de barriga y diarrea después de beber leche o comer derivados de la leche. Esto no significa que sea alérgica a la leche. No se encuentra bien después de tomar lácteos porque su cuerpo no puede descomponer los azúcares de la leche.
¿Qué hacen los médicos?
Si crees que podrías ser alérgico a algún alimento, informa a tus papás al respecto. Ellos te llevarán al médico para que te evalúe.
Si el médico cree que podrías tener una alergia alimentaria, probablemente tengas que consultar con un médico que se especialice en alergias, llamado alergólogo. Este médico te hará preguntas sobre las reacciones que has presentado antes y sobre el tiempo que suele transcurrir entre el momento en que comes el alimento y la aparición de los síntomas (como la urticaria).
Es posible que el alergólogo (especialista en alergia) te haga una prueba cutánea (en la piel). Es una forma de comprobar cómo reacciona tu cuerpo a cantidades muy reducidas del alimento que te provoca las reacciones alérgicas. El alergólogo usará extractos líquidos de ese alimento y probablemente de otros alimentos que suelen provocar alergias, para comprobar si reaccionas a alguno de ellos. El médico te raspará la piel superficialmente (será como un rápido pinchacito superficial) y dejará caer gotitas de extractos líquidos sobre el área raspada. Distintos tipos de extracto caerán en distintos puntos para que el médico pueda ver cómo reacciona tu piel a cada una de esas sustancias. Si se te forman unos granitos o habones rojizos que sobresalen en la superficie de la piel, significará que podrías ser alérgico a la sustancia alimentaria del extracto.
Algunos médicos también extraen una muestra de sangre y la envían a un laboratorio para que la analicen.
Aunque el médico te haga pruebas para detectar alergias alimentarias exponiéndote a cantidades muy reducidas de los alimentos que podrían estar provocándote la alergia, ¡tú no deberías probarlo nunca en tu casa! El mejor sitio para hacer la prueba de la alergia es el consultorio de tu médico, donde el personal está muy bien preparado y podría darte un medicamento de inmediato si presentaras una reacción alérgica grave.
¿Cómo se tratan las alergias alimentarias?
No hay ningún medicamento especial para tratar las alergias alimentarias. Algunas desaparecen por sí solas con la edad; pero hay otras que son de por vida. La mejor forma de tratar una alergia alimentaria consiste en evitar el alimento que la provoca, así como cualquier comida o bebida que lo contenga.
Una forma de aclararte consiste en leerte atentamente todas las etiquetas alimentarias. Cualquier alimento que te podría causar una reacción alérgica aparecerá en el listado de ingredientes de la etiqueta alimentaria. Algunas personas alérgicas son tan sensibles a determinado alimento que deben evitar cualquier producto que se haya preparado en la misma fábrica donde se fabrica el alimento problemático. Tal vez hayas visto algunos envoltorios de golosinas donde pone que se han fabricado en unas instalaciones donde también se procesan frutos secos.
Cuenta con un plan
Por mucho que intentes evitar el alimento problemático, es posible que comas o bebas algo inadecuado por error. En esos casos, intenta mantener la calma y sigue tu plan de emergencia. ¿Qué es un plan de emergencia? Es muy recomendable que, antes de que tengas un problema, elabores un plan de acción, junto con tu médico y tus papás. En ese plan debe figurar qué debes hacer, a quién debes informar y qué medicamentos debes de tomar en caso de presentar una reacción alérgica.
Esto es especialmente importante si tienes una alergia alimentaria que te puede provocar una reacción grave (o anafilaxia). En las reacciones alérgicas graves, la gente puede necesitar ponerse de inmediato una inyección de epinefrina. Los inyectables de epinefrina se venden en envases fáciles de llevar, de aspecto muy similar al de un bolígrafo. Deberás ponerte de acuerdo con tus papás sobre si eres tú quien lleva la inyección siempre encima o si hay algún miembro de tu escuela que se encarga de que la tengas siempre a mano. También deberás saber quién se encargará de ponerte la inyección.
Después de ponerte la inyección de epinefrina, necesitarás ir al hospital o a otra instalación sanitaria, donde te tendrán en observación y se asegurarán de que la reacción está bajo control.
Vivir con una alergia alimentaria
Tener una alergia alimentaria puede ser una verdadera lata, pero no te tiene que frenar. Tu mamá, tu papá y otros adultos te pueden ayudar a mantenerte bien lejos de las reacciones alérgicas.
Pero, ¿y si hay algo que te encanta comer y resulta que pertenece al listado de tus productos prohibidos? Hoy en día, hay tanta gente afectada por alergias alimentarias que las compañías de productos alimenticios han fabricado multitud de buenos sustitutos de la mayoría de los productos preferidos para los niños: ¡cualquier cosa, desde el puré de patatas sin lácteos hasta las galletas con trocitos de chocolate que no contienen ni una pizca de trigo!